Lamentablemente no es posible medir hasta qué punto el análisis de las propias partidas puede mejorar el nivel de juego del ajedrecista, pero los grandes jugadores coinciden en que es imprescindible para el crecimiento. A mi entender representa la forma más directa para progresar aunque también la más ardua y difícil.
Una de las mayores dificultades que tendremos a la hora de analizar las propias partidas es la pérdida de objetividad. A veces es difícil reconocer los errores y determinar sus verdaderas causas. Sucede muy a menudo que el análisis de las partidas que peor hemos jugado son las que más provecho pueden brindarnos, por haber cometido un mayor número de errores. Y en estos casos nuestra predisposición al análisis suele no ser la mejor.
¿Cómo analizar una partida?
El análisis de las partidas debe ser un trabajo propio. Los beneficios se reducen mucho si es un entrenador o una computadora los que realizan la labor por nosotros. Esto es así debido a que si bien las conclusiones son importantes, el proceso de análisis para arribar a dichas conclusiones encierra mucho aprendizaje. Es el desarrollo de la capacidad analítica. (...)
Acerca del tiempo a emplear para analizar correctamente una partida que jugó, le puedo asegurar que en general es bastante mayor del que usted desea utilizar. Naturalmente si usted deja pasar mucho tiempo desde que jugó la partida hasta comenzar con su análisis, éste le va a requerir un esfuerzo mayor ya que no recordará las variantes que pensó durante el juego. (...)
Con respecto al uso de módulos de análisis, lo ideal es emplearlos después del análisis propio para corregir fallos que siempre existen. Si usted utiliza el ordenador desde un principio, entonces se saltará de hacer todo el importante trabajo analítico. Además por supuesto, de que en algún momento pierda el control y en lugar de observar el tablero su vista quede esclavizada en el módulo de análisis.
¿Qué cosas son importantes?
Desde luego cada jugador tendrá un estilo propio para analizar las partidas, o mejor dicho, el estilo de juego seguramente influirá en la forma de sus análisis.
Lo ideal sería sólo analizar las variantes que tienen significación y evitar las líneas superfluas. A veces es necesario un gran número de variantes para poder "aclarar" una posición y valorarla correctamente. Otras veces esta evaluación es obvia, y agregar más líneas es continuar contando una historia cuyo final ya conocemos.
Puede ser útil que usted deje constancia de algunos sucesos que acontecieron en la partida, como sus impresiones de alguna posición o diferenciar entre las jugadas calculadas en la partida y las vistas recién en el análisis. De esta manera usted puede realizar un mejor diagnóstico de su juego.
Es importante prestarle atención al tiempo de reflexión que usted utiliza en las partidas. Si éstas suelen terminar con un furioso finish entonces usted debe preguntarse cuál es la causa. Puede ser por un insuficiente conocimiento de las aperturas que lo obliga a pensar desde los primeros movimientos.
No estar familiarizado con los problemas típicos del medio juego tampoco ayuda porque hace que usted pierda tiempo en orientarse buscando planes y valorando posiciones. Otra causa desde luego es analizar lenta o desordenadamente. Una vez que usted encuentre la causa sabrá donde puede dirigir su trabajo para mejorar. Por eso es interesante dejar constancia en sus notas del tiempo de reflexión que usted utiliza.
[Las 2 caras del entrenamiento de Peralta y Dovitiis, Ed Esfera editorial]
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