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Smyslov por Spassky

"Vasili Vasilievich tiene una increíble intuición, que yo diría se encuentra localizada en su propia mano, es decir, que su mano sabe en qué casilla debe situar cada pieza, y no necesita calcularlo todo con la cabeza".

Botvinnik por Spassky

"Si, durante un análisis conjunto, decía: 'Usted, pobre hombre, ha elegido un plan incorrecto', no podías discutir con él, porque él había pronunciado la única y exclusiva verdad"

Botvinnik por Shamkovich

"Hablaba con énfasis sobre la letra r, con voz de barítono, pero de forma imponente, en un tono que excluía todo argumento con un punto de vista opuesto. Lo que Botvinnik decía era la verdad. A menudo, ni siquiera hablaba, sólo sentenciaba"

Cto del Mundo 2014

En unas horas comienza el Campeonato del Mundo 2014 que enfrentará a Carlsen con Anand, una repetición del anterior campeonato. El despliegue informativo promete ser espectacular. Las partidas, recordemos, comienzan a las 13 horas de España.
El encuentro por el Campeonato Mundial es la joya de la corona del mundo del ajedrez. El campeón del mundo Magnus Carlsen y el aspiranteViswanathan Anand se enfrentarán a un máximo de doce partidas entre el 8 y el 28 de Noviembre. El primer jugador en sobrepasar los 6 puntos, será proclamado campeón mundial. En caso de empate a 6, se jugarán unas semirrápidas y blitz, el 27 de Noviembre, que decidirían el encuentro..

La sala de juego es el Sochi Media Center, en Sochi, Rusia.
El ritmo de juego será 2h/40 -- 1h/20 --15'+1' a finis.
La bolsa de premios es de 1 millón de euros, yendo el 60% al ganador.

La página oficial nos ofrece la información habitual con entrevistas, partidas en directo, videos, etc. No obstante, se puede seguir en más webs con comentaristas en directo, módulos, etc.
Chess24 con comentarios en inglés, ruso y alemán.
Chessbomb  es una forma más minimalista de ver el mundial, con el módulo funcionando y algún maestro haciendo comentarios escritos.
El diario Marca anuncia por primera vez, retransmisión en directo a cargo del maestro leonés Marcelino Sión. Desconozco, de momento como será la misma.
Playchess, la web de retransmisiones de Chessbase ofrece, para suscriptores, una completa retransmisión en cuatro idiomas.
German English French Spanish
08.11.2014

Round 1
Thomas Luther Daniel King

Parimarjan Negi
Yannick Pelletier Ana Matnadze

Marc Narciso
09.11.2014

Round 2
Oliver Reeh

Karsten Müller
Simon Williams

Nicholas Pert
Christian Bauer Sergio Estremera
10.11.2014

Rest day

11.11.2014

Round 3
Markus Ragger

Harald Schneider-Zinner
Daniel King

Loek van Wely
Fabien Libiszewski Sergio Estremera
12.11.2014

Round 4
Klaus Bischoff Daniel King

Rustam Kasimdzhanov
Romain Edouard Sergio Estremera
13.11.2014

Rest day
Rest day
14.11.2014

Round 5
Klaus Bischoff Simon Williams

Irina Krush
Sebastien Mazé Sergio Estremera
15.11.2014

Round 6
Klaus Bischoff Daniel King

Yannick Pelletier
Fabien Libiszewski Sergio Estremera
16.11.2014

Rest day

17.11.2014

Round 7
Klaus Bischoff Simon Williams

Loek van Wely
Sebastien Mazé Sergio Estremera
18.11.2014

Round 8
Klaus Bischoff Daniel King

Loek van Wely
Romain Edouard Sergio Estremera
19.11.2014

Rest day

20.11.2014

Round 9
Oliver Reeh

Merijn van Delft
Simon Williams

Irina Krush
Christian Bauer Sergio Estremera
21.11.2014

Round 10
Oliver Reeh

Merijn van Delft
Daniel King

Simon Williams
Yannick Pelletier Ana Matnadze

Marc Narciso
22.11.2014 Rest day Rest day
23.11.2014

Round 11
Yannick Pelletier Chris Ward

Parimarjan Negi
Fabien Libiszewski Sergio Estremera
24.11.2014

Rest day

25.11.2014

Round 12
Oliver Reeh

Karsten Müller
Simon Williams

Rustam Kasimdzhanov
Sebastien Mazé Sergio Estremera
26.11.2014 Rest day
27.11.2014 Tie-Break

En ICC, también para socios retransmitirán a diario un anfitrión y un experto maestro que aportará los comentarios técnicos.


08.11.2014 Round 1

WGM Jennifer Shahade 
GM Gregory Kaidanov


09.11.2014 Round 2

Mark Crowther
GM John Fedorowicz

10.11.2014 Rest day


11.11.2014 Round 3

GM Miguel Illescas
GM Jonathan Speelman

12.11.2014 Round 4

GM Ben Finegold
GM Hikaru Nakamura

13.11.2014 Rest day

14.11.2014 Round 5

GM Daniel King
GM Sam Shankland

15.11.2014 Round 6

GM Lars Bo Hansen
GM Ronen Har-Zvi

16.11.2014 Rest day

17.11.2014 Round 7

GM Var Akobian
GM Max Dlugy

18.11.2014 Round 8

Mig Greenfeld
GM Joel Benjamin

19.11.2014 Rest day

20.11.2014 Round 9

GM David Smerdon
GM Larry Christiansen

21.11.2014 Round 10

GM Ramesh R.B
GM Susan Polgar

22.11.2014 Rest day

23.11.2014 Round 11

GM Ramesh R.B
GM Susan Polgar

24.11.2014 Rest day

25.11.2014 Round 12

Mig Greenfeld
GM Gata Kamsky

26.11.2014  Rest day

27.11.2014 Tie-Break

Botvinnik por Kasparov

"Cuando Korchnoi desertó, en 1976, los directores del Comité de Deportes ordenaron a los grandes maestros soviéticos firmar una carta colectiva con un expresiva condena de la 'baja acción de un traidor para con la Madre Patria'. Todos la firmaron, excepto Botvinnik, Spassky, Bronstein y Gulko. '¡Yo no firmo cartas colectivas!', declaró Botvinnik. '¡Puedo escribir por mí mismo!'. Sin embargo, tal 'honor' sólo le era permitido a Karpov..."

Consejo de Capablanca

"En un final en el que tienes un peón de ventaja no debes apresurarte, sino esperar a que se te presente una oportunidad favorable de ganar un segundo peón".

Botvinnik por Beilin

"Tanto la conducta como la modestia de Botvinnik eran un reflejo de su educación, pero indudablemente conocía su verdadera fuerza. En una ocasión rehusó jugar en un torneo internacional, alegando que no había sido debidamente invitado. Le objeté que le habían enviado una invitación como había hecho con los demás grandes maestros. A lo que siguió una breve y convincente réplica: 'Yo no soy como cualquiera. Yo soy Botvinnik'. Este sentido de su propio valor lo llevaba en la sangre".

Consejo de Dvoretsky

"Teniendo una situación mejor, nunca juegue a especular con la falta de tiempo. Actúe como si no lo supiera".

Consejo de Dvoretsky

"Es muy importante que cada ajedrecista aprenda a desarrollar el 'pensamiento preventivo'. la capacidad de preguntarse en cualquier momento: ¿Qué estará planeando mi adversario?¿Qué jugada hará cuando le toque?"

Cita deBotvinnik

"En el año 1936, en Moscú, durante el importante torneo internacional que allí se jugaba, fui testigo de un juego reanudado entre Capablanca y Ragozin. El ex campeón mundial tenía un peón de más, y con él, la victoria garantizada. Sin embargo, para mi sorpresa, Capablanca no emprendía ofensivas y prefería esperar. Al final su adversario cometió un error y el cubano ganó otro peón y al poco también la partida.
'¿Por qué no ha intentado realizar su ventaja desde el principio?' -me atreví a preguntarle al gran virtuoso del ajedrez. Él me regaló una sonrisa condescendiente: 'Era más práctico esperar'"

Consejo de Dvoretsky

"Si tiene que optar por una de varias posiciones ventajosas con balance distinto de material, escoja la que le resulte más conocida, con un balance estándar. Cuanto mejor conozca la posición, mayor es su experiencia de lucha y menor la probabilidad de cometer un error al valorar la posición y seguir luchando".

Comentario de Dvoretsky

"Hojeando un libro de Alexei Suetin titulado Camino de la Maestría me llamaron mucho la atención los títulos de los capítulos, por ejemplo: 'Uso de analogía', 'De posiciones poco prometedoras', 'Cómo se pierde la coherencia', 'Problemas de distribución de tiempo a la hora de jugar', etc. El autor supo plantear muchos problemas verdaderamente importantes. Y el libro le hubiera salido fenomenal si hubiera sabido solucionarlos. Pero no produjo más que una cosa tosca, como muchos otros libros suyos. El autor no profundizó en casi ninguno de los problemas planteados. Los ejemplos en su mayoría son poco sustanciales, inexpresivos, se analizan de forma superficial y tienen muy poco que ver con el tema en cuestión. ¡Es imposible llegar a conclusiones sustanciales sin disponer de material analítico! Y es naural que no lo tenga, porque hace años que no entrena a nadie ni tampoco juega al ajedrez seriamente. Claro que se acordará de algo, y entonces lo que hace es vincular el primer título que se le ocurra al ejemplo. Da pena ver un título nteresante, abrir el libro para ver cómo lo interpreta el autor y descubrir que no lo entiende, sólo nos suministra tópicos."

Makagonov aconseja a Kotov

"No haga más agudo el enfrentamiento, no vale la pena. Cambie las damas, deje que se queden en el tablero un par de torres y dos o tres piezas ligeras, y obtendrá un éxito fácil y seguro. ¿Cuáles hay que cambiar y con cuáles quedarse? Hay pocos ajedrecistas contemporáneos que saben comprenderlo.
Entienden mucho de táctica, pero en el asunto del cambio usted les lleva mucha ventaja".

Consejo de Dvoretsky

"Siempre prefiera la forma más sencilla de realizar su ventaja, minimizando la probabilidad de cometer un error. Evite complicaciones innecesarias, nunca juegue 'bonito'"

Consejo de Dvoretsky

"Teniendo ventaja, la parte fuerte debe procurar cambiar las piezas, mientras que la débil debe procurar cambiar los peones"

Comentario de Alekhine

En los años veinte Alekhine se estuvo preparando para el Match por el Campeonato Mundial contra Capablanca.
Fíjese lo que destacó después de acabar el torneo de Nueva York de 1924:
"En este torneo he hecho una observación muy consoladora, que ha sido un verdadero descubrimiento: aunque en la primera partida Capablanca jugó mucho mejor en la apertura, consiguió una ventaja decisiva en el medio juego y supo conservarla, o, por lo menos, gran parte de ella, en el final, se le escapó la victoria y tuvo que contentarse con las tablas.
Esto da mucho que pensar, sobre todo, teniendo en cuenta que deseaba ganar para alcanzar a Lasker, que iba el primero y que precisamente el día anterior me ganó a mí.
Estaba seguro de que si hubiera estado en su lugar, habría sabido alcanzar la victoria. O sea, que he notado en mi adversario un punto débil: cuanto más dura era la resistencia, ¡mayor era su inseguridad! Ya venía notando que de vez en cuando Capablanca era capaz de cometer pequeñas imprecisiones, pero no podía imaginar que este defecto se manifestara también en los torneos, cuando jugaba a pleno pulmón. ¡Ha sido un descubrimiento transcendental para mi futuro!"

Cita de Veresov

"En las posiciones en que se dirime entre empatar o perder, como regla, nos encontramos con que la solución suele ser única".

Capablanca por Alekhine

"Capablanca nunca fue el único maestro de finales, su arte aplicado al final de partida es básicamente una técnica, hay otros maestros que en algunos finales le llevaban mucha ventaja (como, por ejemplo, Rubinstein en los finales de torre).
... En el juego de Capablanca cada vez se manifiesta más la desgana y menos la profundización en los detalles, cuyo motivo siempre le ha dado una confianza absoluta (estoy hablando de su época de antes del torneo de Buenos Aires) en lo impecable que es su intuición. Y lo más triste es que su sistema de funcionar a base de 'buenas' jugadas siempre haya sido suficiente, porque en la absoluta mayoría de los casos en el campo del juego posicional se le enfrentaban armas débiles e inocuas. Debido a esa impunidad a la hora de jugar de forma imprecisa, por un lado, perdió la costumbre de concentrarse, que es lo único que garantiza que no habrá lapsus, y, por otro lado, su aplomo se conviertió en una autodeificación."

Consejo de David Martínez

"En el progreso de jóvenes con talento es muy normal, y prácticamente parte de la evolución del mismo, que ni ellos mismos sean conscientes de su potencial. En estos casos muchos entrenadores, cada uno a su nivel, tienen la estimulante tarea de hacer ver a los alumnos que no deben temer a la derrota. Para el desarrollo del juego de los jóvenes es más importante acumular experiencia y seguir jugando (y con más razón posiciones tan favorables) que conformarse con un empate. Por supuesto que al seguir toman un riesgo y, sin duda, algunas veces perderán, pero hay que hacerles ver que no importa porque, a la larga, les habrá sido más rentable en puntos y sobre todo más provechoso, al haber perdido ese "miedo a ganar" que entra al principio antes rivales en teoría superiores y que les puede limitar su evolución.

Es importante hacer notar que los jugadores justificarán sus tablas, normalmente, diciendo que no lo veían tan claro. Es labor del entrenador ver como corregirlo, ya que alguna vez puede tratarse de un error real de evaluación, es decir técnico pero es mucho más habitual un "autoengaño" para no seguir con la tensión del resultado y acabar inmediatamente la partida con ese empate que, a priori, era un buen resultado."
David Martínez, "El Divis" entrenador de David Antón y otras figuras en ciernes
https://chess24.com/es/informate/noticias/cto-espana-1-y-2-el-miedo-a-ganar

Cita de Zaitsev

"Mi experiencia analítica me ha convencido de que en tensas posiciones equilibradas no puede haber dos caminos hacia la victoria".

EL MAXIMO DESCUENTO por Eduard Gufeld

A Lidia, Arkade, Eduard y Mila Valdman de EE.UU.


Nos encontrábamos en el vuelo de regreso del Torneo Interzonal de Brasil. Nuestro avión aterrizó en Conakry, capital de Guinea.
Nos alojamos en un hotel, al lado de un mercado al aire libre. Todos los alrededores del recinto del hotel estaban cerrados. En otras palabras, los vendedores no tenían acceso al hotel, pero nosotros sí que podíamos salir al mercado. ¡Y cómo iba uno a encontrarse en el corazón de África y volver a casa sin un recuerdo hecho de ébano!
La negociación en los mercados al aire libre puede variar mucho de un país a otro. Algunas relaciones entre el comprador y el vendedor son clásicas. Como muchos turistas podrán certificar, los vendedores aprecian a las personas capaces de regatear duramente pero sin llegar a ser agresivas o insolentes. Hay que negociar con firmeza pero de modo amistoso. ¿Cuáles son las emociones positivas que experimentan los participantes en estos “tratos comerciales”?
Creo, y la vida me lo ha confirmado, que poseo todas las cualidades de un comprador “oriental”. Al menos, siempre consigo encontrar una lengua común incluso con los interlocutores más dispares y siempre intento encontrar el camino más corto hacia el corazón del vendedor.
Nuestra delegación (Smyslov, Polugaevsky, Geller, Keres, Taimanov y Savon entre otros) decidió enviarme al mercado como representante del grupo para comprar recuerdos. La elección estaba hecha. Los demás miembros de la delegación permanecieron al otro lado de la “línea de demarcación”, del lado del hotel, y esperaron mi actuación.
Como es bien sabido, el regateo en oriente implica todo un ritual muy concreto. En un bando están los que intentan comprar más barato y, en el otro, los que intentan vender más caro. Ambas partes se complacen en este proceso. Es muy difícil expresar con palabras la emotividad de los vendedores y su temperamento exótico y, por así decirlo, pintoresco. Imaginaos también las vestimentas de un colorido maravilloso y la seductora fascinación de los diversos productos expuestos en mesas y por el suelo...
Los vendedores en seguida vieron en mí a un cliente prometedor. Gritaban y corrían hacia mí con artículos en las manos, pero yo me resistí y esperé el momento oportuno. Finalmente, después de pasearme entre varios puestecillos, un vendedor de máscaras captó mi atención. Era un hombre negro muy alto y apuesto e iba vestido completamente de blanco. Ambos sentimos al instante una mutua atracción capitalista, si puedo llamarlo así. Espíritus afines.
Le pregunté en un inglés chapurreado cuánto me costarían siete máscaras. No me contestó inmediatamente. Me tomó por el brazo y me paseó entre las mercancías que tenía en el suelo. Mientras caminábamos, declaró en un inglés excelente que veía en mí a un amigo, que había sentido una gran atracción hacia mi persona y que por eso podría ofrecerme las máscaras por el mínimo precio posible... ¡cien dólares!
Le di las gracias, me solté la mano y lo cogí por el brazo y empecé a caminar en la dirección contraria. Le dije que yo había sentido la misma atracción y que, para conservar los mejores recuerdos de África y de él mismo, deseaba comprar para mí y para mis amigos (señalé con la cabeza a nuestra delegación) varios juegos de máscaras.
Contento, hizo un gesto de asentimiento y me preguntó el precio que pensaba pagar. Le contesté educadamente que, por cada juego, estaba dispuesto a pagarle... ¡un dólar!
El hombre alto y bien parecido saltó, sorprendido. Vio que había encontrado en mí a un duro adversario y dijo:
-Ya veo que sabe usted apreciar mi arte. Cincuenta dólares.
-Dos -le dije con firmeza.
El regateo había comenzado.
-Cuarenta y cinco.
-Tres.
-Cuarenta.
-Cuatro.
No hubo trato. Me di media vuelta y empecé a caminar lentamente hacia el hotel. Tendría que informar a mis amigos de que, debido a nuestros modestos medios económicos, no podríamos comprar los tan codiciados recuerdos de África. El vendedor se dio cuenta de que estaba a punto de perder el único cliente que había tenido ese día. Sus concesiones comenzaron a ser más tentadoras. Seguía gritando acalorado y, cuando estaba a unos diez metros del hotel, vociferó:
-¡Veinte!
-Cinco
- Le enseñé la mano con los dedos bien abiertos, pero sin darme todavía la vuelta.
-Quince.
Justo cuando estaba a punto de cruzar la “línea de demarcación” acordamos que le pagaría ocho dólares por cada juego.
Muchos años después, todos los jugadores que llegaban a Conakry recordaban el inusual regateo en el mercado en el que había participado su colega. Lo que pocos de ellos sabían era que anteriormente ya me había encontrado en una situación similar. Aunque aquella vez todo resultó un auténtico fracaso.
Ocurrió mucho tiempo antes. En nuestro viaje de regreso de Tunicia pasamos algunos días en la capital. Estábamos paseando y se nos acercó un extraño ofreciéndonos una piel de carnero. El olor de esa piel siempre me ha molestado. Le dijimos que no nos interesaba, pero el extraño nos siguió tercamente. Durante un buen rato no pudimos deshacernos de él. Al final, ya no pude resistirlo más y le dije:
-¿Cuánto pides por la piel?
-Cincuenta dinares.
-Uno -le dije convencido de que rechazaría mi oferta.
Aún no había terminado de pronunciar esta palabra cuando me encontré con aquella repugnante piel sobre los hombros.
-¡De acuerdo!
La Olimpiada de Ajedrez de 1986 se celebró en uno de los lugares más exóticos del planeta: Dubai, capital de los prósperos Emiratos Árabes Unidos. El país ha surgido en medio de un desierto, como un ave fénix. Es un país que importa incluso el agua y... hasta la tierra. Todo aquel que haya estado allí alguna vez se habrá dado cuenta de lo que el hombre es capaz de hacer con su trabajo. ¡Es un milagro rodeado de desierto! Dicen que aquí el dinero sale de las tuberías, las tuberías de petróleo. Pero aquí el capital no sólo se “recoge”, sino que también se invierte en desarrollo y en la creación de un país interesante, hermoso y prometedor. Cuando uno se aproxima a Dubai en avión, ve un océano de luces, rascacielos y torres de perforación. No se trata de un espejismo, los Emiratos Árabes son un milagro real.
Durante la Olimpiada conocí a una joven de Leningrado, Galina. Vivía en Dubai y su marido era el propietario de una sucursal de una conocida tienda francesa, Majestic. Empezamos una conversación...
-¿Sabes? -dijo ella- Me gustaría tener algún detalle con mis compatriotas. Os invito a todos a la tienda de mi marido. Espero que podáis hacer buenas compras y no os preocupéis por el precio; mi marido os hará un descuento especial.
Por supuesto, sabíamos que la alta costura francesa, y aún más cuando se vendía en suelo árabe, suele tener unos precios astronómicos, pero con el descuento prometido... La Olimpiada estaba a punto de finalizar con buenos resultados para los dos equipos soviéticos, el masculino y el femenino, todo el mundo se sentía feliz. Yo era el entrenador de uno de los equipos y notifiqué la invitación a nuestra delegación. Alrededor de unas diez personas (Maya Chiburdanidze, Nona Gaprindashvili y Anatoli Karpov entre otros participantes) nos subimos en lujosos vehículos que habían sido especialmente enviados para nosotros y nos dirigimos a Majestic. Al llegar nos ofrecieron sorbetes y cafés. Después de saborear los dulces orientales, pasamos a las diferentes secciones de la tienda de moda.
Maya fue la primera que se dirigió a mí:
-¡Aquí no se puede comprar nada! He estado mirando vestidos y algunos son preciosos, pero ¡los más baratos cuestan casi mil dólares! Ya sé que se trata de alta costura y todo eso pero ¡vaya precios!
El tiempo pasó y todos los pasajeros de nuestra excursión fueron agrupándose a mi alrededor. Todos opinaban lo mismo sobre los precios y me observaban, puesto que había sido yo quien los había tentado con la invitación de Galina y de su marido. Me consideraban una especie de “Ivan Susanin”. Era esencial encontrar un método decente para marcharse de allí, una “despedida cordial”. Galina y su marido también se unieron al grupo.
-¿Les ha gustado algo de nuestra tienda? ¿Qué han elegido?
-Sí, claro -respondí-. Todos estamos muy impresionados, todo es precioso, único. ¡Magnífico!
-¿Y hay algo que deseen comprar?
-Bien -continué yo-, se ha producido una curiosa coincidencia. Varios de mis colegas no han encontrado la talla que necesitan...
El marido parecía incómodo y, pensamos, que incluso insultado.
-¿Cuáles son las tallas que no han encontrado? -quiso saber Galina, que nos traducía las preguntas de su marido.
Decidí que debía cargar con las consecuencias.
-Por ejemplo, no he conseguido encontrar un cinturón de mi medida. He visitado muchos países y esto siempre ha sido un problema...
-Disculpe, ¿está seguro de que no hay cinturones de su medida?
Nos dirigimos todos hacia la sección de complementos para caballero a la que, para ser franco, confieso que no me había acercado siquiera. En seguida encontramos lo que buscábamos.
-¿Le van bien éstos?
Vimos docenas de cinturones de mi talla, una cantidad casi irreal de cinturones: de piel de cocodrilo, de serpiente, una increíble variedad de colores y estilos, de una o varias capas, por no hablar de las hebillas. Me probé varios, vi que eran exactamente de mi talla y dije con voz débil:
-Son justo lo que siempre había soñado. ¿Cómo es posible que no los viera antes? ¡Me encantan!
-¿Entonces? -volvió a preguntar Galina mirando a su marido.
-Sí, sí, me encantan.
El marido sonrió con orgullo y dijo:
-Eduard, le voy a hacer un 50% de descuento por el cinturón.
En aquel momento olvidé dónde me encontraba y me sentí como si estuviera flotando en el aire.
-¿De verdad? ¿Un 50%? ¿Y podría comprar dos cinturones en las mismas condiciones?
El propietario de Majestic no había visto nunca a nadie que comprara los cinturones a pares.
-Si tanto le gustan, haremos lo siguiente: el primero se lo doy con el 50% de descuento y el segundo, puede elegir el que quiera, se lo regalo. -Nos volvió a mirar, orgulloso-. Para que vea cuán generoso puedo ser.
Volví a poner los pies en el suelo y quise saber cuánto me iba a costar aquel recuerdo de Majestic. Eché un vistazo a la etiqueta, que no había mirado hasta entonces, convertí mentalmente la moneda local en dólares y comprendí que el cinturón valía casi 200$. Bajo las condiciones ofrecidas, cada cinturón acabaría costándome casi 50$. Debo confesar que el dinero de que disponía para pasar la Olimpiada entera era inferior al precio de los cinturones. Sí, eran bonitos, la piel y las hebillas... Pero en Kiev, en Bessarabka, que es una tiendecita de artículos para caballero, también se puede comprar un cinturón fabricado por algún artel de la “Revolución de Octubre” por unos 95 rublos. Estará hecho de piel de cerdo pero también sirve para sujetar los “pantalones de los hombres inteligentes”...
Mis colegas adivinaron por mi expresión el precio de “mis compras” y adoptaron un gesto curioso. Por supuesto, sabían que no iba a dejarme “engatusar” del todo por dos cinturones. Ni siquiera por diez... Sus sonrisas estaban llenas de malicia. “Gufeld no tiene escapatoria, tendrá que pagar”, pensaban. Los más interesados eran Anatoly Karpov y mi “discípula” Maya Chiburdanidze. ¿Quién sino Maya podía entenderme tan bien después de nuestros largos años de cooperación? Ella estaba convencida de que yo no pagaría un precio excesivo por un cinturón.
Podía leer en sus ojos lo que estaban pensando: “¿Cómo vas a salir de ésta?”. Pero yo ya había empezado a madurar mi plan para la “partida”. Tan sólo necesitaba algunos preparativos en la “apertura”.
-¡Muchísimas gracias! -Así empezaba mi partida de 100$-. Gracias, queridos amigos, pero no puedo aceptar vuestra franca y generosa hospitalidad. De verdad, no puedo. Lo que me ofrecéis supone aprovecharme de vuestra benevolencia y amabilidad. No podría causaros este mal. Mi buena educación no me lo permite. Gracias por haberlo sugerido pero... no puedo.
Galina fue la primera en reaccionar:
-Querido Eduard, ¿de qué estás hablando? ¡Será un verdadero placer para nosotros! ¡Por favor!
-No, Galina, no puedo. Va en contra de las leyes de la ética.
En seguida tradujo mis palabras a su marido.
-No, no, Eduard -me dijo en inglés-. Haznos este favor. Será un placer para nosotros. Debes llevarte un recuerdo de este país, un buen recuerdo de Dubai. ¡Por favor, acepta nuestra oferta!
-No, amigos míos, no. No me sentiría bien. No puedo aceptar una oferta tan generosa. ¡Un cinturón por la mitad de precio y el otro gratis! Sentimos un gran respeto y simpatía por vosotros, les agradecemos su recepción y su cordialidad en Majestic. Le doy mi palabra de honor de que recomendaremos su tienda a todos nuestros amigos que vayan a visitar Dubai.
-¡Oh, Eduard! Nos harías tan felices si aceptaras este regalo y hablaras de Majestic cuando vuelvas a casa ...
-Por favor, Eduard. Mi marido y yo te suplicamos que aceptes nuestra oferta para que guardes un buen recuerdo.
Mis colegas observaban con atención la diplomática negociación e intentaban adivinar el “movimiento final” y quién sería el vencedor de la “partida”. Veía por su mirada que no se imaginaban cuál iba a ser el “golpe final”, ni Anatoly ni Maya ni Nona ni nadie.
-Está bien, queridos amigos. Si de veras insistís tanto, aceptaré la oferta parcialmente. Me quedaré con el cinturón de regalo y así el daño que os causaré será menor.
El marido sonrió. Este golpe final había sido inesperado y se dio cuenta de que había perdido “el final”.
Saqué varios adhesivos del Osito Misha de mi bolsillo, de esos dorados de buena calidad. Después de las Olimpiadas de Moscú solía llevar unos cuantos en el bolsillo cuando salía de viaje. Puse uno en el pecho de Galina y otro en el de su marido. Nos abrazamos como buenos amigos. Me puse el cinturón y regresamos a los coches. Debo confesar que ese cinturón todavía sigue acompañándome. Y he mantenido mi palabra. Si sé de alguien que debe viajar a los Emiratos, le cuento esta historia, salvando algunos detalles sin importancia. De veras he hecho mucha publicidad de Majestic.
Si algún día vas a la capital de los Emiratos, no dejes de visitar la tienda, da mi nombre y te harán un generoso descuento. Personalmente, no he vuelto a poner los pies allí.

Pensar rápido, pensar despacio.

Los sicólogos Keith Stanovich y Richard West hacen referencias a dos sistemas de la mente, el Sistema 1 y el Sistema 2.
El Sistema 1 opera de manera rápida y automática, con poco o ningún esfuerzo y sin sensación de control voluntario. (detecta la hostilidad de una voz, responde a 2+2,...)
El Sistema 2 centra la atención en las actividades mentales esforzadas que lo demandan, incluidos cálculos complejos. (está atento al disparo de salida de u na carrera, compara dos lavadoras para saber cuál es mejor...).
En nuestro caso, el Sistema 1 sería lo que llamamos intuición, los chunks que tenemos almacenados y que, cuando vemos algunas posiciones intuimos que tal jugada es buena aunque no hagamos aún un análisis detallado.
Ambos sistemas están siempre activos. El Sistema 1 actúa automáticamente mientras que el Sistema 2 se halla normalmente en stand-by y solo una fracción de su capacidad está ocupada. El Sistema 1 hace continuamente sugerencias al Sistema 2. Si cuentan con su aprobación, las impresiones e intuiciones se tornan en creencias y los impulsos, acciones voluntarias. Por tanto, el Sistema 2 se caracteriza por su pereza.
El Premio Nóbel de Economía, el sicólogo Daniel Kahneman estudió estos sistemas. En su magnífico libro Pensar rápido, pensar despacio pone un ejemplo sobre el comportamiento de estos sistemas.
Un bate y una pelota juntos cuestan 1,10 dolares.
El bate cuesta un dólar más que la pelota.
¿Cuánto cuesta la pelota?
Si quiere probar a contestar la pregunta tómese unos minutos. Ya. Un número nos viene enseguida a la mente. Este número es, no hace falta decirlo, 10 centavos. La marca característica de este fácil problema es que evoca una respuesta intuitiva, atractiva y falsa. Reflexionando un poco nos damos cuenta que la solución es que la pelota cuesta 0,05 dolares y el bate 1,05. Sumados dan 1,10 dolares.
Es seguro que la respuesta intuitiva también vino a la mente a quienes acabaron dando el número correcto. Quizás la diferencia es que estos supieron resistirse a la intuición. El Sistema 1 da una respuesta intuitiva y el Sistema 2, aplicando la ley del mínimo esfuerzo no se para un par de minutos en comprobarlo y admite la respuesta.
Yo le veo una similitud con el ajedrez. Cuantas veces pensamos en una jugada y tenemos la sensación de que no es buena aunque de mano no encontramos una refutación directa. Cuántos de nosotros, guiándonos por la intuición, hacemos la jugada sin intentar buscar una refutación a la misma. Luego, claro, cuando firmamos bajo el cero vienen las lamentaciones.
El problema del bate y la pelota se planteó a miles de universitarios con resultados sorprendentes. Más del 50% de los estudiantes de Harvard, del MIT y de Princeton dieron la respuesta incorrecta. En universidades menos selectas se llegó al 80% de fallos.
Yo mismo he puesto este ejemplo, ligeramente modificado, a mis compañeros de club con resultados similares.

El cazador cazado

Al estudiar la psicología del juego· del ajedrez, Beniamín Blumenfeld apuntaba con frecuencia sus pro­pias ideas durante las partidas, describía su estado de ánimo, su talante. Lo anotaba todo en un cuaderno de
pastas de hule que dedicaba especialmente al caso y que colocaba siempre encima de la mesita junto a los tre­bejos. Se ponía a meditar una jugada, luego tomaba la pluma y escribía sus pensamientos y temores. Lo resumía todo en casa, posteriormente, y sacaba las conse­cuencias de sus observaciones.
En cierta -ocasión; el contrincante de Blumenfeld, uno de los jugadores moscovitas de primera categoría, tra
tó de valerse del hábito de sacar notas que tenía el maestro. A aquel joven- ajedrecista, curioso en demasía, se le ocurrió que no le vendría mal saber lo que pensaba su rival durante la partida. Hecha su jugada, se ponía sin ceremonias a las espaldas del maestro y leía tranquilamente las notas que apuntaba en la libreta.
Beniamín Blumenfeld percatóse de las maniobras inquisitivas de su joven, pero demasiado emprendedor, ad­versario. Volvió varias veces la cabeza y le lanzó mira­das de reproche. Pero no surtieron efecto. En cuanto tomaba la pluma, aparecía la nariz del curioso por encima de su hombro. Diríase que no había remedio. ¿ Abando­nar la escritura? ¡Qué interés puede tener nadie en descubrir sus secretos a un rival ! Y tapar con la mano lo que uno escribe, da cierto reparo.
En el momento decisivo de la partida en que se tramaron grandes complicaciones en el tablero, Blumenfeld
se puso en pie y se alejó. Lleno de contento, el adversario inclinó rápidamente el tronco por encima de la mesa y leyó una frase recién escrita y casi ilegible: "Temo la entrega del alfil en g6".
La idea de sacrificar esa figura en g6 llevaba ya un rato cosquilleándole en la mente a aquel jugador. Ahora él veía comprobado el acierto de aquel sacrificio. Calculó de prisa las variantes posibles y mató con so­noro golpe un peón enemigo.
En aquel preciso instante, Blumenfeld surgió junto a la mesita. Se sentó con calma, echó una ojeada al table
ro y escribió lo siguiente a la vi sta de su contrincante, que se erguía a sus espaldas : "Mis temores eran infundados. La entrega ha sido una equivocación".
Acto seguido tomó la pieza sacrifica da y ganó la par­tida en pocas jugadas. ¡El vicio fue castigado, y la jus­ticia triunfó!
Kotov: "Apuntes de un ajedrecista"

Sitios que todo el mundo debería visitar: El rincón del ajedrez

Cada lunes, dentro del espacio "El despertador" presentado por Roberto López, en la emisora Radio Victoria, el monitor de ajedrez y periodista Manuel Azuaga, nos habla de ajedrez. Programas muy amenos y divertidos.
A la izquierda el presentador, Roberto López y a la derecha Manuel Azuaga      fuente: jaquecito

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Capítulo 1 (23/12/2013) La Leyenda de Sissa y Humphrey Bogart


Capítulo 2 (12/01/2013) Alan Turing y entrevista a Juan Antonio Montero: ajedrez social y terapéutico


Capítulo 3 (20/01/2014) Paul Morphy y entrevista a Hilario Blasco-Fontecilla: ajedrez y TDAH.


Capítulo 4 (27/01/2014) Duelo Karpov Vs. Kasparov y beneficios del ajedrez en las escuelas


Capítulo 5 (3/02/2014) Entrevista a Leontxo García: ajedrecista, conferenciante, periodista y escritor


Capítulo 6 (10/02/2014) Arturito Pomar y entrevista a Carlos Martínez Piqueras


Capítulo 7 (4/03/2014) Alexander Alekhine y entrevista a Sebastián Santaella


Capítulo 8 (10/03/2014) Napoleón y aprender a jugar en casa


Capítulo 9 (17/03/2014) David Antón, Sub-campeón absoluto de Europa de Ajedrez


Capítulo 10 (24/03/2014) Entrevista al entrenador de élite David Martínez, “El Divis”, y homenaje a Capablanca

Torneo Candidatos: R10






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