"El jugador de ajedrez"

Ya que empecé el otro día con las películas de temática ajedrecística, hoy os hablaré de "El jugador de ajedrez", una película alemana realizada para televisión. El título original es "Schwarz und weiß wie Tage und Nächte" que viene a significar "Negro y blanco como el día y la noche". Algún lumbrera decidió que ese título era demasiado complicado para el público españo.
Está dirigida por Wolfgang Petersen. Por si alguien no conoce a este director, su nombre figura en películas de acción como Poseidón, Troya, La tormenta perfecta, Air Force One, En la linea de fuego y en algunas otras menos comerciales pero de mayor calidad como son La noches de los cristales rotos y, sobre todo, Das Boot (El submarino). Esta última se rodó en un submarino de verdad y no en estudio. La atmosfera que consigue es perfecta con una sensación de claustofobia continua.
El protagonista de "El jugador de ajedrez" es también un buen actor, Bruno Ganz (El hundimiento y El Cielo sobre Berlín). Los demás actores son conocidos en su casa y en la cervecería.
La película es del año 1978 y recuerdo haberla visto por TV algunos años después. Ahora que la vi por segunda vez me gustó menos. La verdad es que tenía recuerdos más positivos de la película. Me gustó más "La Diagonal del Loco"
El argumento es según la web www.filmaffinity.com
"La pelicula de Wolfgang Petersen recoge diversas particularidades propias de genios del ajedrez tales como Bobby Fischer, Steinitz o Morphy, así como alguna anecdota propia de la vida del genial Capablanca e incluso de Miguel Najdorf, para constituir de este modo una amalgama con la que crear la personalidad de un jugador de ajedrez, un genio (interpretado magistralmente por Bruno Ganz), cuya obsesión por el triunfo y por el damasquinado mundo de las piezas blancas y negras le conduce irremediablemente a la locura; de este modo Wolfgang Petersen plasma de forma perfecta una indiosicracia que, por desgracia, no es y no ha sido ajena en el mundo de las 64 casillas."
Efectivamente hay varios clichés y guiños a ajedrecistas conocidos pero que no nos dejan precisamente en buen lugar.
En fin, que se pasa la tarde entretenido con ella pero tampoco muchos más.