¡¡GANE!! Por fin acabé con la racha, aunque costó. La partida fue dura y tuve que jugarmela varias veces para buscar la victoria. De hecho si no hubiera sido tan necesario ganar seguramente hubiera hecho tablas ya que no hubiera arriesgado tanto. De cara a la última ronda estoy con moral. Repito blancas y me enfrento a Edu, que al igual que yo, necesita ganar para mantenerse. Esto si cabe me beneficia ya que el también arriesgará.
El sábado tuve que hacer algo que no me gusta pero que era necesario. Mi rival apuntaba la jugada y después pensaba un poco y movía. Lo hizo toda la apertura y el principio del medio juego. En principio no me importaba gran cosa pese a que el reglamento lo prohibe taxativamente. Sin embargo, en la jugada 20 me encontraba con menos de cinco minutos ya mientras que Corredor tenía más de media hora. A partir de entonces empezaron a suceder "cosas" digamos sospechosas. Apuntaba la jugada, esperaba, la tachaba, jugaba otra. Yo, al tener poco tiempo, pues hacía lo lógico; analizaba la jugada mientras él pensaba. La primera vez me mosqueó un poco pero bueno pensé que habría cambiado de opinión y pese a la fama que tiene mi rival de usar todas las armas posibles para desequilibrar pues no dije nada. La segunda vez me hizo lo mismo pero me movió una que era francamente dura. Decidí entonces advertírle la irregularidad, sin reclamar al arbitro. No volvió a hacerlo. Al final quedas mal pero es que una cosa es jugar con la sicología y otra infringir el reglamento. En fin, al final gané y quedó en una mera anécdota.
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