Los siete pecados capitales del ajedrez (astur) es un magnífico libro de Jonathan Rowson del cual ya hemos hablado en otra ocasión. El GM escocés nos va enunciando errores habituales en la mayoría de ajedrecistas. Como no podía ser de otra manera, máxime tratándose de un aspecto negativo, los ajedrecistas asturianos no estamos exentos de ellos, es mas, los practicamos y los sacamos a relucir a la mínima oportunidad que nos dan, normalmente de semana en semana (por el verano con la llegada de los openes esta periodicidad es, en ocasiones, diaria).
Pecado nº3: Avidez
"La avidez es evidente cuando cometemos errores a causa de nuestros pensamientos sobre el resultado de la partida." En este caso, Kikín, con más de 100 puntos sobre su rival y llevando las blancas es claro favorito. En la jugada 48 desperdicia una posición muy ventajosa y a partir de ahi sigue jugando pensando más en esa victoria que se le escapó y que le "corresponde" por su superior rating que en las posibilidades reales que hay sobre el tablero. En este caso, el pecado no tiene castigo ya que obtendrá tablas y no echará por tierra la partida firmando bajo el cero. Veamos la posición clave:
Pecado nº5: Egoismo subvariante Exhibicionismo
"Cuando sufre usted de egoísmo, suele ver la posición exclusivamente desde su propio punto de vista". El exhibicionismo "se pone de manifiesto en jugadores afectados que piensan en lo espectacular e impresionante que es su juego durante la partida, y esperan que la gente los mire mientras realizan una gran jugada".
En realidad esta no es una característica del bicampeón de Asturias Ignacio Bajo, jugador práctico donde los haya, pero, en la partida del sábado dio toda la sensación. Después de dar un fuerte peñazo ganándo un peón, hace una jugada aparente pero horrenda que le cuesta la partida en vez de darle la gloria.
Pecados nº1: Pensamiento; 2: Relajación; 6: Perfeccionismo
En la partida que viene a continuación es un clásico en Asturias ya que se enfrentan desde años juveniles. Con blancas jugaba mi compañero de club Marcelino Vega un jugador capaz de ganar a cualquiera si se encuentra en racha pero capaz de perder con cualquiera en cuanto se mete en "la espiral de la derrota". En el rincón de la ... digo, las negras, las dirigía un jugador de estilo contrapuesto, mucho más posicional y clásico, como es el futuro MF Jesús Lobo. La partida está llena de tensión, lucha y errores de bulto. En defensa de ambos jugadores diré que se encontraban en apuros de tiempo durante los momento claves de la partida.
El pecado de relajación tiene un nombre que lleva a la confusión. Rowson lo define así: "se produce cuando se nos escapan momentos claves o posiciones críticas, que conducen a un cambio en la dirección de la partida".
El pecado de confusión de pensamiento tiene varias formas de presentarse. En este caso se manifiesta en la jugada 69 blanca. Rowson dice: "hay que comprender la importancia del conocimiento abstracto y tratar de asimilar la mayor cantidad posible de nuevos modelos"
El pecado de perfeccionismo es "el más noble de todos, se encuentra en el corazón de la principal excusa del jugador de ajedrez: los apuros de tiempo. [...] Se manifiesta en el deseo de encontrar la mejor jugada en todas y cada una de las ocasiones. Creo que ambos jugadores pecan de esto en la mayoría de sus partidas y, esta no es la excepción. Por culpa de la excasez de tiempo surgen la mayoría de los errores de esta partida.
Pecado nº 4: Materialismo; 7:Dispersión
"Aunque parece que todos estemos inclinados al materialismo, eso no quiere decir que todos seamos materialistas. [...] Hay muchos jugadores a los que les encanta sacrificar material, y aunque juegan con un conocimiento real del valor de las piezas, no solemos pensar de ellos que son "materialistas".
Iván no se preocupa por perder un caballo y decide sumergirse en un ataque de mate que no conduce al objetivo.
El pecado de dispersión tiene diversas facetas. Una de ellas vien relacionada con la fragilidad emocional. Es algo habitual en Kostantin Chakhoyan. Demos la palabra nuevamente a Rowson. "La comprensión de la posición puede recomendarle "mantener la tensión", pero la tensión del tablero y la perpetua incertidumbre que acarrea, incrementan su tensión nerviosa".
En la jugada 33, Kostantin rechaza repetir jugadas para obtener las tablas. Tiene dos peones de más pero uno de ellos se perderá si se rechaza la repetición y los demás peones forman un archipiélago, es decir, son realmente débiles. Pese a la ventaja material probablemente no esté mejor. No vi la partida pero seguro que el armenio se encontraba con gran tensión y probablemente apurado de tiempo. Instintivamente rechaza la repetición y pierde el hilo de la partida hasta acabar perdiendo siete jugadas después.
La siguiente partida, Caramazana-Carlos Suarez, no sé exactamente si encaja algún pecado o simplemente hablamos de un blunder o de que. El caso es que dio la sensación que en sus últimas jugadas las reglas del azar dictaminaban las decisiones.
La partida Blanco-Prieto fue un monólogo blanco. No obstante el remate podría haber sido espectacular.
Por último, para los que llegaron hasta el final del post, felicitarles en primer lugar por su paciencia y ansias de conocimiento. Si alguno de ellos se siente ofendido por mis comentarios o no se identifica con ellos le ruego sepa disculparme y perdonarme. Para su consuelo que sepa que se escribirían varias enciclopedias británicas con solo enumerar mis pecados capitales tanto ajedrecísticos como de los otros.
1 comentario:
It is very good information. Thanks for sharing.
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