Tras la derrota de la primera ronda el pensamiento de Petrosian varió. Si antes del match consideraba que no existía jugador en el mundo que pudiera ganarle un match, al perder la primera partida empezaron a surgirle dudas. "Me decía a mi mismo que si ganaba la segunda partida, el resultado se igualaría y todo estaría bien, pero ¿y si volvía a perder? Con eso las cosas se podían poner muy mal porque mi adversario ya tendría dos puntos de diferencia, y decidí no empezar enseguida a jugar a ganar en la segunda partida."
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