El año 1963 fue el año en que el patriarca, Mikhail Moiseievitch Botvinnik perdió el título de campeón del mundo, galardón que ostentaba desde 1948 (con la excepción de unos meses que lo tuvieron Mikhail Tal y Vassily Smyslov). El match tuvo como novedad que se abolía el derecho de revancha que tenía el campeón y gracias al cual Botvinnik había recuperado el título en dos ocasiones. En cierta manera parecía lógico ya que el aspirante tenía que pasar duras pruebas antes de enfrentarse al campeón y cuando por fin lo vencía aún tenía que ratificarlo en un nuevo match. De esta forma el campeón sería el primero que obtuviera 12.5 (o 13) y el campeón tenía la ventaja de retener el título en caso de empate. Una pequeña ventaja, quizás hasta lógica, para el campeón vigente pero a cambio de perder su derecho a la revancha.
El ritmo de juego era de 2 horas y media para 40 jugadas, aplazando las partidas en la jugada 56 tras seis horas de juego. En los aplazamientos solo se podía disponer de un solo analista el cual sería anunciado previamente. Esto no lo entiendo muy bien ya que todos los analistas podrían analizar la partida y pasar los análisis a su "jefe".
Los jugadores disponían de tres días de descanso por enfermedad algo normal teniendo en cuenta que el match duraría más de dos meses.
Según confesó al finalizar el match, el aspirante Tigran Petrosian, gran aficionado a la música, se había "preparado" antes de la primera partida escuchando a Tchaikovsky.
Veamos esa primera partida.
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