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Bobby Fischer in memoriam


Evidentemente, el post de hoy tiene que estar dedicado al genio americano Bobby Fischer. Si su vida estuvo inseparablemente vinculada al ajedrez, su muerte no podría ser diferente y ha ocurrido a la ajedrecistica edad de 64 años. Aunque hay que reconocer que su verdadera muerte aconteció el 31 de agosto de 1972 cuando se proclamó campeón del mundo. Los últimos 36 años de su vida estuvieron divididos entre la ausencia y la polémica. Después de miles de intentos accedió a reaparecer en 1992 para jugar una pantomima de revancha entre él y su antiguo rival Boris Spassky. Pero por entonces ya era una sombra de lo que había sido. A partir de entonces la polémica ya no le abandonó. Renegó de sus compatriotas, negó el holocausto para, finalmente, acabar encarcelado y con una orden de extradicción que, gracias a la intervención de las autoridades islandesas, le permitieron exiliarse en el país de su más importante éxito. Allí, en Islandia, fallecío por segunda vez 36 años después.

Protagonista de miles de anécdotas y declaraciones polémicas, reuno aquí algunas muestras de su carácter.

“El principe Rainiero había solicitado en 1967 para el torneo de Monaco dos grandes maestros americanos, con una condición: uno de ellos tenía que ser Fischer. Bobby ganó este torneo pero se estuvo comportando como un gran divo. Dos años más tarde volvieron a invitar a dos americanos, con la condición de que ninguno de ellos podía ser Fischer”

“Según las palabras del profesor de matemáticas de Fischer, el futuro campeón mundial era un mal estudiante y muy poco sociable. Lo que más le gustaba era el timbre que anunciaba el final de la clase. A diferencia de su hermana Joan, que era muy buena estudiante, y de su madre que aprendió cinco idiomas, Bobby abandonó sus estudios después del tercer curso de instituto. En una ocasión dijo: -Los profesores son unos ignorantes-, probablemente porque la mayoría de ellos no jugaban al ajedrez”

“En el banquete de despedida de la Olimpiada de Leipzig, Bobby se acercó en un momento a Tahl y le pidió que le permitiese “leerle la mano”. Tahl le dio la mano y Fischer le “leyó” su destino ajedrecístico:

-Usted es un jugador extraordinariamente bueno. Incluso le veo el título de campeón mundial, pero aquí pone que va a perder ese título contra un joven gran maestro de Estados Unidos.

Fischer, naturalmente, estaba pensando en sí mismo. Tahl le dio enseguida la mano a Lombardy diciéndole:

-Te felicito, William, porque eso quiere decir que tú vas a ser el nuevo campeón del mundo.”

“Nos aconsejaron que nos fueramos aquella misma noche al hospital de Banja Luka porque Bobby tenía una apendicitis aguda. Mientras entrábamos en la ambulancia, estaba llegando muchos aficionados. Bobby dijo tranquilamente:

-Imagínate, si me muero, ¿quién jugará con Botvinnik?

Mientras la ambulancia se apresuraba hacia Banja Luka, Bobby apretaba con una mano su tripa y en la otra tenía el libro de Keres “Mis mejores partidas”. Me parece que fue en aquel momento cuando comprendí más nítidamente cuánto amaba el ajedrez.

Llegamos al departamento de cirugía del hospital de Banja Luka. El doctor Ravlic reconoció de inmediato a su paciente. Dijo:

-Gran maestro, tendremos que extirparle el apéndice.

Bobby no quiso operarse. Me dijo confidencialmente:

-Quizás no pueda ser un ajedrecista genial si me extirpan el apéndice. Es posible que mi inspiración por el ajedrez la esté sacando de allí.

Eso era la postura infantil de una gran figura del ajedrez, pero lo decía con sinceridad porque sabía que el ajedrez lo era todo para él y que él mismo pertenecía sólo al ajedrez”

“Cuando en un baile le presentaron a Bobby una chica, le preguntamos si había oído hablar de ese gran maestro famoso. Ella contestó sinceramente que no. Bobby la miró enfadado y dijo:

-Entonces seguro que usted es una analfabeta”

“-Daría a toda mujer ajedrecista una pieza de ventaja y jugaría apostando. Además estoy convencido de que, con tres semanas de entrenamiento, podría preparar a mi hermana para ganar a la campeona del mundo.”

“-¿En su país está castigado matar a un periodista?”


“Abandonado por su padre, madre y hermana, vivía sólo con sus únicos amigos, las piezas de ajedrez. Unicamente ellas le daban seguridad. El ajedrez era su mundo mágico, el mundo al que había dedicado toda su juventud, donde sentía el constante peligro de sus adversarios, pero , al mismo tiempo, de donde sacaba fuerzas para luchar. Alguien le llamó genio del ajedrez y el mayor campeón de la historia. Otros decían que era egocéntrico, imprevisible e insociable.”

“Si se quiere triunfar, hay que poner en el primer lugar el ajedrez, en el segundo el ajedrez y en el tercero el ajedrez. Él jugaba al ajedrez y, a veces, vivía, a diferencia de Spassky que vive y, a veces, juega al ajedrez” Miguel Najdorf Bugojno 1982


“Reyes del ajedrez: Bobby Fischer” por D.Bjelica Zugarto 1992


Para finalizar veamos una corta victoria del gran campeón americano.

Fischer,Robert James - Fine,Reuben [C52]

New York New York, 1963

[ChessBase]

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥c4 ¥c5 4.b4!? ¥xb4 [4...¥b6] 5.c3 ¥a5 [5...¥e7 Fischer,R-Celle,O Davis sim 1964] 6.d4 exd4 [6...d6 7.0–0 (¹7.£b3) 7...¥b6 Lasker,Em] 7.0–0 dxc3 [7...¥b6 8.cxd4 d6; 7...d6 8.£b3 £d7 9.cxd4 ¥b6 10.¥b5 ¢f8! 11.d5 ¤a5 Fischer,R-Osbun,E Davis sim 1964] 8.£b3 £e7 [8...£f6 9.e5 £g6 10.¤xc3 ¤ge7 11.¤e2÷ Chigorin,M(11.¥a3÷ Chigorin,M) ] 9.¤xc3 ¤f6? [9...¥xc3 10.£xc3 f6 (10...¤f6 11.¥a3 d6 12.e5 ¤e4 13.£b2 ¤xe5 14.¤xe5 £xe5 15.¦fe1!+-) 11.¥a3 d6 12.¥d5! ¥d7 13.¦ab1 0–0–0 14.¤d4+-; 9...£b4! 10.¥xf7+ ¢d8 11.¥g5+ (11.¥xg8? £xb3!) 11...¤ge7 12.¤d5 £xb3 13.axb3 ¥b6 (13...¥b4! ¹) 14.¦fc1 h6 15.¦xc6 hxg5 16.¤xb6 cxb6 17.¦xb6 Freeborough,n+Rankin,n 1893] 10.¤d5! ¤xd5 [10...£xe4™ 11.¤g5‚] 11.exd5 ¤e5 [11...¤d8 12.¥a3 d6 13.£b5++-] 12.¤xe5 £xe5 13.¥b2 £g5 14.h4! £xh4 [14...£h6 15.£a3+- … ¦fe1+; 14...£g4 15.¦fe1+ ¥xe1 (15...¢d8 16.£e3 ¥b4 17.£h6!! gxh6 18.¥f6+ ¥e7 19.¥xe7+ ¢e8 20.¥g5+! ¢f8 21.¥xh6+ £g7 22.¦e8+!! ¢xe8 23.¥xg7+-) 16.¦xe1+ ¢d8 17.£e3 £xh4 18.g3!] 15.¥xg7 ¦g8 16.¦fe1+ ¢d8 [16...¥xe1 17.¦xe1+] 17.£g3! [17.£g3! £xg3 18.¥f6#] 1–0


“Soy un individuo detestable. Mis ideales son el ajedrez y el dinero. Quiero ser riquísimo. Todos quieren serlo, pero ninguno lo dice. ¿Es pecado?”

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