(Resumen de "Los secretos de la estrategia moderna en ajedrez" de John Watson. Ed. Gambit)
La distinción entre las aperturas modernas y el medio juego se ha tornado cada vez más confusa. Los analisis de la apertura pueden extenderse hasta el final, y comunmente van más allá de la antigua concepción de la apertura como parte de la partida donde 'se sacan las piezas'. Creo que es seguro afirmar que el volumen de los análisis de medio juego hechos por los jugadores modernos, tiene que ver con posiciones que son "teóricas", en el sentido de que ellas han surgido (o surgirán) repetidamente en la práctica. Por el contrario, nos acostumbramos a estudiar una famosa posición de, digamos, una de las partidas de Pillsbury o Rubinstein, sabiendo muy bien que no se producirá nuevamente. Los cambios en la teoría del juego posicional y estratégico están basados a menudo en la teoría de las aperturas.
Los ajedrecistas invierten mucho tiempo y esfuerzo en dominar su oficio, y como los académicos y científicos, son reacios a las nuevas ideas. Tradicionalmente, la experimentación con nuevos conceptos ha sido un arma de doble filo, por ejemplo, Steinitz posiblemente sacrificó más puntos que los que ganó, llevando su estilo defensivo posicional hasta los límites máximos. Pero en el campo de las aperturas, las nuevas ideas tienden a ser más una ventaja que una desventaja, aunque sea porque presumiblemente el jugador que las emplea conoce más de las posiciones resultantes que su rival.
Así que nadie puede argumentar que Botvinnik, Fischer y Kasparov, por tomar a los tres ejemplos más extremos en sus respectivas épocas, no se beneficiaron inmensamente con sus importantes novedades teóricas. Hoy por supuesto, es casi una rutina para los jugadores líderes como Kramnik y Anand, ganan partidas basándose en su preparación superior, y un fenómeno similar tiene lugar hacia abajo en los rankings hasta la categoría maestros, en los torneos abiertos.
Retrocedamos un paso y veamos cómo se desarrolló esta situación. Alekhine, como la figura de transición entre la visión clásica y la analítica moderna, hace un interesante estudio. Por un lado, él tiene la clásica adicción a ocupar el centro con peones. Por otro lado, emerge con aportes interesantes y frescos en casi todas las aperturas estándar de su tiempo, e incluso mostró una tolerancia poco frecuente para las excentricidades modernas. Defendió por ejemplo la utilización de la Benoni Moderna por parte de Marshall, y luego en 1921, como un rayo en el cielo abierto, introdujo la más hipermoderna de todas las defensas de la Era Hipermoderna, 1.e4 Cf6.
Probablemente la apertura más relevante para entender a Alekhine, al menos con respecto a sus instintos modernos, fue la Defensa Siciliana. El siguiente paso en la teoría de aperturas tuvo lugar en la URSS de los treinta. En particular, Botvinnik fue el primer Campeón Mundial conocido antes que nada como un analista metódico de sistemas específicos. Sostuvo variantes y estructuras específicas en base a análisis profundos, y fue leal a ellos durante ciertos períodos de tiempo. Imre König en su estudio de 1950 sobre la evolución de las aperturas, hace esta interesante acotación: "A Botvinnik, el actual campeón mundial, le han reprochado por tener un repertorio de aperturas muy limitado, y por jugar las mismas líneas todo el tiempo. Esto conduce a probar que la edad moderna es la era de la especialización, y que ella es el único camino para llegar a la perfección." Aunque el mundo moderno está caracterizado por la especialización, el ajedrez moderno específicamente está caracterizado por su falta de especialización. Desde hace algún tiempo, y como nunca antes, los jugadores líderes han jugado una variedad mucho más amplia de aperturas y posiciones. El comentario de König sobre Botvinnik puede o no haber resultado adecuado para el período específico sobre el cual estaba escribiendo, pero a lo largo de su carrera Botvinnik jugó una extraordinaria cantidad de sistemas de aperturas, analizando muchos de ellos hasta una profundidad previamente desconocida. El hecho de que él jugó menos partidas que sus contemporáneos, pudo haber causado esta impresión de profundidad, ya que aparecía después de una larga ausencia, provisto de una batería de nuevas armas. No obstante, siempre hubo una variedad impresionante en su repertorio de aperturas.
Después de Botvinnik, casi todos los maestros trabajaron métodicamente sus repertorios de aperturas en profundidad, de manera sistemática. Pero con la posible excepción de Smyslov, los pocos campeones siguientes confiaron en sus talentos más que en sus aperturas. Por cierto, Tahl y Petrosian estaban acostumbrados a jugar bastante libremente en las aperturas; ellos tenían algunas ideas ingeniosas pero dificilmente tuvieron el alcance de los extensos repertorios que vemos hoy. Con Fischer, tuvo lugar otro salto en la profundidad de los análisis, comparable al introducido por Botvinnik. Fischer ganó numerosas partidas, que antes de la jugada veinte ya estaban terminadas contundentemente, en virtud de su preparación superior, aún frente a una oposición de primer nivel. La lección no fue desaprovechada por sus coetáneos, y el ajedrez no ha sido el mismo desde entonces. La era post-Fischer se ha caracterizado por una avalancha tan asombrosa de material de aperturas, que incluso los especialistas tienen que ignorar buena cantidad del flujo de información.
Todo este cambio es simbolizado por Kasparov, cuya preparación excede la de cualquiera de sus contemporáneos. Una diferencia importante entre Kasparov y Fischer, es que Kasparov tiene repertorios completos y enormemente complejos tanto para 1.e4 como para 1.d4, juega 1.c4 con confianza, y ha jugado también un amplio surtido de defensas. Pero el arsenal de Kasparov no es algún fenómeno extraño limitado a los genios de clase mundial. Se está estableciendo para los jugadores líderes la regla de mantener amplios repertorios. En rigor, unos pocos jugadores (principalmente Karpov, y en menor medida, Kramnik) se especializan en una pequeña serie de sistemas, y cuentan para ello con el conocimiento profundo de ellas para asegurarse de que sean previsibles, pero la tendencia en este momento va muy en la dirección opuesta. Personalmente, creo que la nueva flexibilidad en el juego de aperturas hace que el ajedrez sea más rico y apasionante.
1 comentario:
es imposible aprender de memoria todas las lineas de una apertura, sin embargo
es posible comprender una posicion.
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