Ayer reaparecí después de varios meses sin jugar en el Open Villa de Colunga. Este torneo, organizado por mi club, ya tiene cierta tradición en el verano asturiano siendo la de ayer la octava edición. Su pequeño éxito es un misterio: premios poco atrayentes (el campeón se lleva 300 euros, pero el sexto tan sólo 50 euros), día playero (ayer no, la verdad), una villa con poco atractivo festivo (pese a ser las fiestas patronales). Sin embargo, y pese a todo esto, ayer se llegó al tope de participación permitida, 80 jugadores con presencia de varias autonomías.
Estrenabamos local, climatizado, por lo que no nos achicharramos como en ediciones anteriores. Por fin dejamos atrás el "horno" del artesano. El local era amplio, luminoso y con sillas para los espectadores. Poco más se puede pedir.
Resultó ganador el reaparecido Sergio Arias. Realizó un torneo excelente estando siempre por las primeras mesas, aunque en la última ronda le acompañó la suerte. Con los mismos puntos pero peor desempate se clasificó el juvenil cántabro Alberto Martín. que venía de defender el primer tablero de su autonomía en el reciente Campeonato España Cadete que se disputó en Avilés. Les acompañó en el podio el ovetense Mario Olea.
Por mi parte mi actuación fue lamentable, quizás la peor de siempre, acabando en el puesto 65, con tres puntos (último de mi club, aún estoy esperando por el ladrillo). Empecé muy mal enlazando tres roscos seguidos (enroque largo o triciclo) y las cosas no fueron a mejor después del descanso. Acusé sobremanera la inactividad y me apuré gravemente en todas las partidas.
Otra vez será.
1 comentario:
no estuvista muy fino, no fue tu dia, desde luego.Me alegro de que el torneo haya sido un éxito. Sorprendió Sergio, desde luego :).
Wiktorek
Publicar un comentario